Viviendo el camino

“No por el hecho de que prefiera dormir en hosteles o pagar por transporte en lugar de hacer dedo, soy menos viajera que los demás. El otro día conocí a un chico que me decía que disfrutaba de dormir en la calle porque quería vivir la experiencia de lo que significa estar sin nada, y está bien que así sea si funciona para él, pero personalmente no lo haría porque no me gusta, soy otro tipo de persona, no es mi estilo de vida y creo que ahí hay un problema, es decir, cuando la gente piensa que solo existe una forma de vivir la ruta y si no encajas en ella automáticamente te etiquetan como turista, como si serlo –incluso- fuera algo malo. Todas las personas somos diferentes y lo que funciona para uno puede que no lo haga para otro. Esta no es una competencia para ver quién recorre más países o viaja de la manera más cool posible, se supone que salimos a la ruta para descubrirnos a nosotros mismos, de gozar el placer de vivir con uno mismo. Todas las personas necesitan algo distinto en cada momento y es esa ausencia, sumada a las experiencias que vivieron antes del viaje, las que modelarán la forma de vivir el camino.” (Kim-Alemania).