“Obviamente que en situaciones como esta nos preguntamos si seguir haciendo música es buena idea. No hemos tenido presentaciones desde que empezó la pandemia y hemos tenido que salir a tocar a las calles para poder llevar el pan a la mesa. ¿En realidad vale la pena todo esto?, aun cuando siempre está la posibilidad de volver a la vida regular con horarios de oficina y sueldo fijo, ¿tiene sentido seguir? Regresar a la rutina habitual seguramente funcionará algún tiempo, pero simplemente te das cuenta que no serías tú mismo y eso durará para toda la vida. Nuestro mundo es la música y es lo que es, no hay otra forma que sea. Tocando aquí no conseguimos ganar lo que ganábamos antes, pero sí cubrir nuestras obligaciones en casa, ¿qué sentido tiene entonces aspirar a algo distinto si para hacerlo debemos hacer algo que no nos gusta? Trabajamos días de semana y tenemos tiempo para pasar en familia y practicar otras partituras, ¿por qué tendríamos que sentirnos inconformes con eso? No es que seamos irresponsables y no pensemos en nuestro futuro, sabemos que el tiempo pasa factura y llegará el día en el que ni si quiera podamos sostener un instrumento. Pero para eso aún hay mucho camino por recorrer y hasta entonces algo se nos ocurrirá. Ahora somos jóvenes y tenemos fuerza para tocar, y es lo que vamos a seguir haciendo.” (Lima-Perú)
