Una persona normal

"Yo era una persona normal que no quería una vida normal, pero en el camino confundí las cosas, compré un cuento que no era. En casa todo marchaba bien, nunca me faltó nada y si alguna vez hubieron problemas, no fueron graves, pero ya vez, las cosas solo suceden, sin motivo aparente, solo suceden, y así fue que empecé a drogarme, primero unas amistades me introdujeron a la marihuana y después otras me llevaron al crack, abundante crack. Sin saber cómo, ahí estaba, metiéndome a bares y farmacias para robar y con la plata obtenida, comprar drogas. A los diecisiete años caí preso (en la correccional) por robo a mano armada un supermercado. Mi madre quedó devastada. Nunca me pasó nada en la cárcel porque siempre me defendí a golpes, pero los golpes que no pude resistir eran los del llanto de mi vieja, que por culpa mía le dio un ataque de depresión y estuvo internada grave, casi se muere. Y yo me sentía una mierda, me quise ahorcar, matar, me corté todo el cuerpo porque no quería vivir, me sentía como una mugre. Cuando salí de la cárcel -recuerdo que nunca me faltó una visita, mi viejo, aún así él estuviera enfermo, nunca dejó de ir a verme, nunca me faltó a una visita- me dije que eso terminaba ahí, y lo hice. Hoy arranqué muy temprano, me levanté a las cinco de la mañana y solo he parado ahora que converso contigo. Corto pasto, llevo una vida normal y eso me gusta." (Colonia-Uruguay)