"No me vayas a mirar mal, pero creo que ahora que todos estemos encerrados, es por culpa mía. Cuando llegué a Bosnia & Herzegovina era un doce de marzo, y tres días después pisé su capital, Sarajevo. Mi anfitriona en ese lugar me dio un tour por la ciudad y cuando llegamos a la fuente que vez en la foto, me dijo: 'Existe la leyenda que si bebes un poco de esa agua volverás a esta ciudad en los próximos años, pero si abusas y bebes demasiado te terminarás quedando'. Yo -agnóstico y viajero- sonreí, la miré con ternura y adelanté mis pasos hacia la fuente donde empecé a beber y beber como si nunca más lo volvería a hacer. Seguimos caminando y a los tres días cuando pensaba irme hacia Montenegro, estallaron todas las restricciones de manera muy repentina: las fronteras cerraron, ordenaron cuarentena y toque de queda; el resto es historia. Ahora, cada vez que puedo salir a caminar para no perder la cabeza por el encierro, cruzo por esta fuente, la veo y entre risa y risa, pienso: 'A la mierda, creo que mejor no debí beber de esa agua.' Cambiando de tema, ¿crees que Papá Noel exista?" (Sarajevo- Bosnia & Herzegovina)
