“En casa mi papá era el que pagaba la luz. Una vez se atrasó en el pago y su mamá fue a reclamarle el dinero. ‘Oye, burra, la plata de la luz’, le dijo mi abuela a mi madre que estaba lavando la ropa. Yo escuché todo desde el segundo piso y me dolió en el alma. Mi mamá no respondió. Después de un rato la hermana de mi papá y su mamá fueron a buscar a mi mamá y sin razón alguna empezaron a pegarle. Mi papá estaba echado en la cama mirando televisión y escuchando cómo trapeaban el piso con mi madre y él no hacía nada. Yo bajé gritando desesperada para que dejaran de golpear a mi madre. Angustiada, sin saber qué hacer, me lancé sobre la hermana de mi papá y llorando le pedí que soltara a mi mamá. Ella me agarró fuerte del brazo y me dijo: ‘Suéltame mocosa babosa’, y me empujó contra el piso. Mi hermana mayor, que acababa de entrar al cuarto donde a mi mamá y a mí nos pegaban, al ver todo eso se lanzó encima de la hermana de mi papá y empezó a pegarle. Es ahí recién cuando mi papá se levantó, golpeó a mi madre y botó del cuarto a su hermana y su mamá. Esa noche mi mamá, mis hermano y yo fuimos a la iglesia para pedirle a la virgen no nos desampare. Esa noche mi mamá, entre lágrimas, me decía que le pondría una denuncia a mi papá, que se separaría de él, que no podía continuar con un hombre que no la valoraba y pisoteaba su dignidad. Pero yo no quería, yo le rogaba que no lo hiciera porque no quería ver a mi familia desunida. Todo eso pasó hace tres años. Mis padres aún siguen peleando, pero no tanto como antes. Cada vez que pelean, me duele mucho, me encierro en mi cuarto y me pongo a llorar. Creo que es mi culpa, que mis padres sigan peleando y siendo infelices, es mi culpa, porque aquella noche en la que mi abuela y su hija pegaron a mi madre y papá nos botó de la casa, yo supliqué a mamá para que no se separara, para que le dé una oportunidad más porque él cambiaria.” (Cajamarca-Perú)
top of page
bottom of page
Comentarios