Llamada de emergencia

“Lo he visto desde que era adolescente, escuché el primer llamado de alerta cuando tenía diecisiete años: ‘Si no cambiamos de forma radical la manera en que producimos y consumimos, el mundo será un desastre.’ Olas de calor más fuertes, propagación de enfermedades, aumento en la frecuencia de lluvias, incremento en el nivel de los mares, derretimiento de glaciares, desaparición de especies animales, todo eso se supone debió de suceder en el dos mil cincuenta si no hacíamos algo, pero es mierda, ¡está pasando ahora! California está incendiándose, lugares en Australia que se supone deberían estar cubiertos de selva no existen más, el dengue y la tuberculosis fueron las enfermedades que más se dispararon el año pasado, el cincuenta por ciento de todas las aves que existían en el planeta hace medio siglo simplemente han desaparecido. Y todo esto empeorará. Voy a un bar que está cerca a mi casa y la mayoría de las personas que están ahí bordean los setenta años. Muchos de ellos piensan que todas las noticias sobre cambio climático son basura, no creen en la idea de que sea la polución lo que está causando todo lo que vemos hoy. Muchos de ellos fueron los que tomaron las decisiones que nos llevaron al lugar donde hoy estamos. No tengo fe en el mundo, sinceramente, no creo que esto mejore: hemos tenido más de cincuenta años para hacer algo y lo único que hemos hecho es ver televisión mientras el planeta ardía. Lo único que estoy esperando es ahorrar el dinero suficiente para comprarme un pedazo de tierra fuera de la ciudad, cultivar mi propia comida, encontrar un pequeño trabajo para pagar toda mi mierda, y largarme.” (Trujillo-Perú)