“Recuerdo que estaba mirando las noticias y me decía: ‘No puede ser lo que nos están haciendo, no puede ser tanta mierda junta’, y me puse a llorar. Acababan de anunciar un nuevo paquete de alza de precios y no sabía qué hacer. Te angustia, te agobia mucho, es una ansiedad mezclada con indignación, llanto y bronca saber que unos cuantos pelotudos te joden la vida, que no te podés permitir ser feliz con amigos tomando unas cervezas porque no sabés si al día siguiente necesitarás esa plata. Así es, un llanto, un llanto es mi vida desde que Macri entró. Si salís a comer algo debés preocuparte por la cuenta, si tenés frío y necesitás una chamarra no podés comprarte porque todo está caro, si querés independizarte, comprarte un carro o soñar con tener un hijo, no podés porque el sueldo no da. Antes necesitabas un sueldo mínimo para vivir, hoy necesitas dos y endeudarte para llegar a fin de mes. Ahora vine a un congreso y por un momento pensé en no regresar. Aún no sé por qué continúo en esto, quisiera mandar todo por un tacho y largarme de mi país pero no sé cómo sería tirar la toalla, decir adiós a todo lo que luché en estos últimos diez años.” (Lima-Perú)
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