“Podría estar sentado ganándome la plata como abogado, pero simplemente no sería yo. Cuando por mucho tiempo has girado en torno a diversas posibilidades sobre qué es lo que realmente quieres para la vida, y finalmente lo encuentras, no lo sueltas. Y no lo dejas porque se trata de algo más grande que el dinero o la fama, se trata ti, de quien eres, tu identidad, tu destino. Y eso es para mí el arte, un encuentro conmigo mismo, un lugar donde puedo ser quien soy, abrazar quien soy y todo lo que puedo llegar a ser. Recuerdo que durante muchos años me sentí perdido. Tenía un plan, sí -estudiar abogacía-, pero sentía que ese plan no era mío. Hacía las cosas con el mismo ánimo con el que muchos adultos van hoy al trabajo: sin pasión, por obligación. Solo cuando mi padre falleció ese mundo de oficina se derrumbó y llegaron a mi vida los colores. Si antes de su partida me sentía sin rumbo, después de ella lo estaba mucho más. Para sobrellevar su muerte y el hecho de que debía ser yo el soporte emocional en casa, me refugié en el dibujo. Horas de horas me la pasaba dibujando, pintando, manteniéndome a salvo de la realidad en cada trazo que no importaba si estaba bien o mal colocado, pues salía del corazón. Nunca supe en qué momento ese escape de la realidad, se convirtió en mi realidad, porque cerca de cumplir los treinta años me descubrí disfrutando del dibujo como si fuera un niño. Desde niño me recuerdo como una persona tranquila, relajada, creativa, alguien que deja pasar el tiempo sin preocupación alguna, y sobre todo que disfruta de su libertad. En algún momento de mi vida adulta, perdí eso, pero lo volví a encontrar cuando estaba frente a la hoja en blanco. Es por eso que disfruto del arte, porque no fuerzo nada. No te voy a negar que por dedicarme al arte he pasado apuros. Ahora por la pandemia tuve que dejar de enseñar en un colegio porque no concibo la idea de inculcar a mis alumnos a valorar la pintura a través de una pantalla de computador, porque -como decía un amigo mío- no se trata de enseñarte a dibujar y ya está, sino a amar la vida y eso es para mí el arte.” (Lima-Perú)
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