“Ya nadie mira al sol, el único brillo que les importa es el de la pantalla de sus celulares. Madres con niños en brazos más pendientes de la nueva notificación que del llanto de sus nenes, gente al volante mirando la última foto que posteó fulano de tal sin pensar que delante de la ruta puede aparecerles alguien y matarlo, si alguien muere en la vida real recién se enteran de eso por una actualización de estado, ¿eso es vida, eso es estar comunicados? Gente que en tu puta vida viste o si lo hiciste fue un par de veces y después ya se están sabiendo de ti constantemente. Nos vende una idea falsa de proximidad, todo es marketing, no aparece lo que realmente debe de aparecer y si lo hace te lo bajan al instante, te cae la ‘cana’ a tu casa. Te controlan como un muñequito. Tienes que publicar constantemente para existir y eso me mata, no quiero caer en el juego de la necesidad de publicar, no quiero que mi cerebro esté pendiente de si me llegó una notificación, no quiero que nadie me diga nada de una foto mía, ¿por qué tienen que decirme algo de la foto?, veo críticas a morir, se meten con la madre, ¿qué tiene que ver la madre de uno en todo eso?, ¿eso es comunicación? Si eso es comunicación reclamo mi derecho a estar incomunicado”. Rosario-Argentina
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