"En mis buenas épocas llegué a ganar $12 mil mensuales. Era ejecutivo de negocios del Banco Amazónico en Paraguay y los fines de semana solía irme a Ezeiza (Argentina) donde podía gastar hasta $2 mil en tragos y mujeres. ¿Cómo llegué hasta aquí? Bueno, sucede que uno madura biológica pero no psicológicamente. Yo era entonces un hombre pero en la mente seguía siendo chiquillo. Pensé que mi aureola, mi buena estrella, que la plata, nunca se acabaría. Un día tomé todos mis ahorros de los años trabajados y los coloqué en la cooperativa CLAE. Es entonces cuando me fui a la mierda. Ahora estoy aquí. Trabajo limpiando carros y con un poco de suerte gano S/20 diarios. ¿Si me arrepiento de no haber sido más precavido? Claro que sí, pero tampoco es que la esté pasando mal. Dejé de ser trabajador dependiente hace casi 20 años porque me había convertido en una máquina. Todo el día trabajaba y trabajaba, era un esclavo, no quería eso para mi vida, quería retirarme. Ahora estoy en la calle, no me desagrada del todo. No quiero pedirle nada a mi familia porque después te miran mal, me valgo por mí mismo. Qué puedo hacer, así soy yo." Nando-Perú
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